El el 5 de julio pero de 1811, es cuando la ruptura de las cadenas coloniales acaparó la atención del primer Congreso de Venezuela.
Para el momento, la representación en ese órgano correspondió a delegados de las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Mérida, Barcelona y Trujillo, mientras que las de Coro, Guayana y Maracaibo quedaron excluidas por estar bajo dominio español.
Tras un intenso debate de varios días, el presidente del legislativo, Juan Antonio Rodríguez, anunció solemnemente que quedaba proclamada la Independencia absoluta de Venezuela.
Un documento en el cual representantes de siete de las diez provincias pertenecientes reunidas en la Capilla Santa Rosa de Lima declararon su independencia de la Corona de España, estableciendo una nueva nación basada en principios republicanos y federales, aboliendo para siempre la Monarquía bajo los valores de la igualdad de los individuos, la prohibición de la censura y la libertad de expresión.
Consagra el principio constitucional y se opone radicalmente a las prácticas políticas, culturales y sociales que habíán existido durante trescientos años en la América española. La Declaración es notable por ser el primer caso de una Colonia española de América que declara su independencia absoluta.